La novena edición del Festival Internacional de Artes Vivas llegó a su fin en medio de la alegría de los embajadores de los países invitados y de las autoridades que se dieron cita para la clausura de este evento cultural. Además, se anunció que el país invitado para el siguiente año es Chile.
El festival no solo es un espacio para disfrutar de la diversidad artística sino es un motor de la transformación social, económica y cultural de Loja. Este año hubo más de 400 actividades en diversos escenarios y 250 propuestas artísticas.
“Estos diez días han sido un universo de emociones, irradiando empatía y cordialidad a quienes nos visitaron. Cerramos esta edición con satisfacción y nuevos aprendizajes”, exclamó José Antonio Mora, director del Festival de Artes Vivas del Ministerio de Cultura.
Pese a las adversidades por los incendios forestales, el festival no perdió su esencia y se convirtió en la herramienta para dar vida a la población.
Esta fusión de culturas llegó gracias a la colaboración de la Unión Europea con sus países miembros como Francia, Alemania, España e Italia, con su aporte mostraron la diversidad artística.
El alcalde Franco Quezada expresó su gratitud a todos los participantes, así como a los equipos organizadores del Ministerio de Cultura y del Municipio que, con dedicación, capacidad de gestión y creatividad llevaron adelante el festival y con ello consolidar una propuesta sólida, sustentable y diversa.
Para Romina Muñoz, ministra de Cultura, las nuevas generaciones se han apropiado del festival, “me llenó de alegría ver las calles llenas de los niños pintando con tiza en el asfalto, familias paseando y música en cada rincón”.
En la clausura la ministra de Cultura anunció que el país invitado para la décima edición es Chile, con este anunció se bajó el telón de este evento cultural que año a año se realiza en Loja.