Con las lluvias existentes en la hoya de Loja los caudales de las captaciones han incrementado al punto que personal de la Umapal efectúa labores de limpieza cada 15 días, ya que se acumula material de arrastre.
Arturo Quevedo, técnico de la institución, señala que a las captaciones El Carmen, San Simón y Jipiro, que son de fácil acceso se realiza la limpieza de desarenadores y aguas arriba de las vertientes se quita ramas y materiales acumulados por las crecientes de las quebradas.
El panorama cambia hacia Shucos y Curitroje, ya que por la dificultad de los accesos se tiene que hacer mantenimiento de forma manual ya que los trabajadores tienen que caminar hasta el sitio de captación. "Allí la situación es diferente porque las quebradas tienen bastante caudal y la acumulación de materiales es mayor por las fuertes precipitaciones, que incluso el personal se introduce con precaución por el temor a que la gran cantidad de agua los arrastre".
Quevedo enfatizó que en la captación de Jipiro se reforestó seis hectáreas con seis mil plantas nativas y con ello Loja tiene un área del 95% de cobertura vegetal en las captaciones. Esta recuperación vegetal fue posible gracias a la colaboración de escuelas, colegios, universidades y Fuerzas Armadas que participaron de las reforestaciones.