Con entrega, dedicación y paciencia brindan las mejores horas del día, no importa el calor o el frío, siempre están en aula esperando a los pequeños para iniciar una nueva jornada de labores. Así es la vida de los maestros, una profesión de mucha responsabilidad, ya que sobre sus hombros está la formación de la nueva sociedad.
En la unidad educativa municipal La Pradera encontramos a varios maestros compartiendo sus enseñanzas con sus alumnos, una ellos es Aura Salinas, quien lleva más de 18 años desempeñando la gran tarea de educar.
Ella nos cuenta sus gratas experiencias a lo largo de su carrera como docente, con alegría comenta que hace algunos años uno de sus alumnos le agradeció por todo lo que había aprendido. Con nostalgia recuerda que aquel pequeño le dijo que era mejor que su madre porque en poco tiempo le enseñó más de lo que su progenitora había compartido con él.
Las hazañas y alegría no se encuentran solamente en los docentes, sino también en los estudiantes, por ejemplo los niños de tercer año, a viva voz gritaron feliz día maestro, y entre aplausos y abrazos felicitaron al profesor de computación.
Nuestro respeto y admiración a los maestros lojanos por su entrega diaria, por la paciencia para enseñar las primeras letras o ilustrar a los pequeños en la tecnología de la nueva era. Loor al maestro lojano.