Con el objetivo de promover una educación ambiental, el Municipio de Loja desde el 2015 lleva adelante el proyecto “Cada escuela un vivero”, donde los estudiantes son quienes siembran en un espacio de su institución educativa y posteriormente con esas plantas reforestan la ciudad. A la fecha la iniciativa cobra fuerza y cada vez son más los establecimientos que se suman a esta saludable alternativa.
Proyecto
Jorge Tapia, jefe de Producción Vegetal y Vivero de la Municipalidad, manifestó que el proyectó empezó con las 9 escuelas municipales, actualmente, aquí ya disponen de un huerto y un vivero, donde siembran hortalizas y legumbres de manera orgánica y en el vivero especies forestales.
“La finalidad principal es promover la educación ambiental en los estudiantes. Ellos aprenden de primera mano cómo se reproduce una planta, desde la recolección del material vegetal como semillas hasta el tratamiento en una cama germinadora, luego el trasplante a funda y finalmente el apadrinamiento de un área verde”, explicó.
Participación
Los educandos son los protagonistas. La producción de plantas depende del espacio físico y la cantidad de estudiantes, señaló Jorge Tapia, existen colegios donde ahora se están reproduciendo hasta 5000 plantas en un periodo de seis meses, en otras instituciones cerca de 1000 o 2000, en general se registra una producción de 30.000 a 40.000 árboles por año.
Siembran álamo, sauce, cucarda, botón de oro, aliso y capulí. A la fecha, son 30 establecimientos educativos los que forman parte del proyecto, entre fiscales y privados, aquí están el Liceo de Loja, Iberoamericano, Julio María Matovelle, Mater Dei, entre otros.
Reforestación
El trabajo se complementa con la reforestación. “Ellos van a un área verde que esté degrada y que necesite ser reforestada y con los propios árboles que cultivaron, reverdecen la urbe lojana”, citó.
El apoyo desde la Municipalidad es con la asesoría técnica en todo el proceso de producción y reproducción de las plantas, construcción del vivero y capacitación a los estudiantes.
Las instituciones educativas, por su parte, les corresponde el cuidado y mantenimiento de las plantas, posteriormente la reforestación en diversos sitios de la ciudad.
Trabajo
Los estudiantes de la Escuela Municipal Borja son un ejemplo de este proyecto. Aquí cuentan con un nutrido vivero y un huerto.
“El cuidado de las plantas es parte de una materia incluida en la malla curricular, la participación es activa”, señaló Yolanda Jaramillo, docente de la institución.
Son los niños y niñas de sexto y séptimo los que se encargan del vivero, mientras que los de cuarto grados, los huertos.
