Del 60 al 70 % de la población, en la sierra y oriente ecuatoriano, desde los 13 años consumen drogas, principalmente marihuana y cocaína. Entidades como la Estación Municipal Nro. 2, que cuenta con un equipo humano altamente calificado, presta ayuda a los jóvenes a fin de alejarlos de las drogas. Los padres son los llamados a estar pendientes del accionar de sus hijos.
Cuando un joven consume drogas, los cambios conductuales son notorios, se encierran en sus cuartos, los ojos por lo general pasan rojos, usan más perfume para opacar el olor de estupefacientes, están irritables, entre otros, explicó María Verónica Roa, coordinadora de la Estación municipal Nro. 2. Ante estas alertas, los padres deben estar atentos.
A la fecha en la Estación Municipal, donde laboran once profesionales, cuatro tutores vivenciales, dos tutores conductuales, psicólogas, trabajadores sociales y terapistas, trabajan con 14 jóvenes, a quienes intentan sacarlos del negro mundo de las drogas. La ayuda psicológica es permanente.
Se refuerza con las terapias de relajamiento como natación y juegos en canchas deportivas, ello, da muestra de que no es un encierro sino una convivencia, pues el objetivo es lograr su reinserción plena a la sociedad.
Roa, agregó que para que las personas adictas lleguen a la Estación municipal Nro. 2, ubicada detrás la Gasolinera La Llave, en las calle Shuaras entre Calicuchima y Eugenio Espejo, primero deben aceptar tener la enfermedad, es decir por voluntad propia, aunque existen casos donde la Dinapen o padres son los que buscan esa asistencia.
“En ese momento se les envía hacer exámenes de drogodependencia para saber qué sustancia consumen y empezar el tratamiento”, señaló.
Las consecuencias de consumir drogas son peligrosas, poco a poco conducen hasta la muerte. El cerebro empieza a perder células especialmente por el consumo de cemento de contacto, cocaína y otras drogas fuertes, luego el cambio en el comportamiento es evidente, no tienen control de actitudes ni de la ira, explicó.
Otro panorama preocupante en la ciudad es el consumo de alcohol y tabaco. Un 67% de la población juvenil lo hace. Incluso, últimamente llama la atención de la mezcla de pastillas con jarabes. Todos estos problemas son tratados en la Estación Municipal, la prevención es indispensable.
María Verónica Roa, recalcó conocer amistades de los hijos, sitios que frecuenta y controlar horarios al salir de casa. La lucha contra el consumo de drogas es tarea que inicia en casa.