En los últimos días los comerciantes ambulantes no solo ofertan legumbres, frutas, ropa, zapatos, sino también venden carnes, las mismas que no cuentan con la cadena de seguridad que le de confianza al usuario para que lleve a su casa.
Custodia
Vinicio Luzuriaga, jefe de Salud del Municipio de Loja, refiere que los cárnicos que se expenden en los mercados municipales son aptos y seguros para el consumo humano. En primera instancia el producto viene de entidades calificadas y que certifican la buena calidad de la carne.
Siguiendo la cadena de seguridad la carne llega a cada uno de los centros de abastos en donde hay veterinarios quienes se encargan de revisar el producto y constatan los registros de guías garantizando que no haya ingresado de manera clandestina; asimismo, hay inspectores que se encargan de verificar que los cárnicos estén en buen estado y sean manipulados en las condiciones adecuadas.
Criterios
“Los alimentos en la calle no son confiables comprar”, dice Carmen Carrión, ama de casa, que adquiere los productos en los mercados cuidando la salud de su familia. Darwin Vázquez, ciudadano, invita a la colectividad a no poner en riesgo la salud y se abastezcan de los alimentos en los centros de abastos porque allí prevalece la higiene que es lo más importante.