En las calles 10 de Agosto y Rocafuerte, pleno centro de la ciudad, todos los días se visualiza en el suelo, fundas, restos de frutas y residuos de comida preparada. Así queda, luego de que comerciantes informales ejercen su actividad en estos espacios no autorizados. Moradores exigen mayor control para evitar proyectar una mala imagen.
“Yo entiendo que todo mundo tiene derecho a trabajar, pero no es posible caotizar el centro de Loja. Por ejemplo, en la calle 10 de Agosto, justo en el tramo que está peatonizado llegan ambulantes a vender a diario, cuando llega la noche, en la puerta de mi casa queda toda clase de basura, eso se debería controlar”, manifestó Rita Macas, habitante del sector.
A más de los desechos que dejan, también se registran afectaciones a las jardineras y al mobiliario, todo eso genera un mal aspecto. Llamó a cuidar este espacio, puesto que se constituye en el rostro de Loja.
Para Nancy Torres, moradora del centro de la ciudad, en medio de las personas informales, que diariamente se apostan a vender en este sector, también se camuflan delincuentes que amedrentan a los transeúntes. Ya han intentado adueñarse de celulares y otros objetos de valor.
“Los operativos deben intensificarse. Pero algo es fundamental, no compremos en las calles, somos culpables de este desorden por comprar en espacios no autorizados. Vemos que la carne, pollo, queso y quesillo está a la intemperie, con polvo y eso llevamos a la casa, eso no puede suceder”, expresó.
En la Rocafuerte, las personas no caminan por las aceras, sino por la calle puesto que está repleta de informales.
“Las autoridades según su competencia, deben actuar para el control respectivo, solo el Gobierno Municipal no puede intervenir”, agregó Olga Tapia.