Con un retraso de una hora y media inició el último día del sobrevuelo con la Imagen de la Virgen del Cisne. El Municipio de Loja en los bajos del edificio colocó la bandera de la ciudad que fue sostenida por Agentes de Control Municipal, mientras que en el resto de la urbe, los fieles lojanos salieron de sus casas a observar en lo alto el paso de la sagrada imagen.
Todos los años el 20 de agosto la Virgen llegaba a Loja en hombros de sus fieles, luego de tres días de peregrinaje entraba como reina a la ciudad.
En esta ocasión la Sagrada Imagen bendijo a sus devotos desde un helicóptero y la población se preparó con alegorías para demostrar su amor con globos, flores, banderas, pañuelos blancos, altares y cuadros de la Imagen.
Fanny Beltrán, moradora del barrio Zamora Huayco, con toda su familia preparó un altar en la puerta de su casa y reunió a sus hijos y nietos para con cánticos y rezos recibir la bendición de la Virgen en familia.
Religiosidad
Una fiesta religiosa fue la que se vivió en toda la ciudad y parroquias de Loja. Los devotos arreglaron balcones, terrazas, ventanas, incluso en algunos barrios elaboraron rosarios con globos que al pasar el helicóptero fueron lanzados al cielo.
Por su parte el Municipio de Loja con los departamentos de Cultura y Turismo decoró la plaza de la Cultura que se ubica en los exteriores del Teatro Bolívar, en donde además de alegorías hubo música y en la parte externa del edificio del Ayuntamiento local se ubicó una bandera gigante para saludar la presencia de "La Churonita".
Si bien fue una romería diferente a la acostumbrada, la sola presencia de la Virgen calmó los corazones de los fieles. Luego de su paso por la ciudad, el recorrido en helicóptero continuó en los cantones Saraguro y Catamayo, retornando a la Basílica de El Cisne pasadas las 13:00.