El pasar del tiempo fue deteriorando la estructura de la iglesia de Solamar, construida hace 45 años, de ahí que necesitaba ser intervenida de manera urgente, especialmente la parte interna.
Con el apoyo de la comunidad, el Municipio de Loja intervino con el cambio del cielo raso, mejoramiento de la escalera, el altar y otros elementos que se encontraban en mal estado y debían ser restaurados para el funcionamiento del templo.
“Ha pasado mucho tiempo para ver cristalizado este sueño, gracias a usted señora alcaldesa por ayudarnos a rehabilitar la capilla, su noble labor nos ha permitido ver la iglesia lista para las reuniones”, manifestó Mateo Pacheco, presidente de Solamar.
Por su parte, la alcaldesa de Loja, Patricia Picoita Astudillo, señaló que la perseverancia de los dirigentes del barrio, la motivaron a colaborar con la restauración interna de la capilla, “varios elementos estaban muy deteriorados y a través de Centro Histórico municipal, realizamos los trabajos en madera de pino, los cuales entregamos hoy para que estén a su servicio y los cuiden”.