Desde hoy las calles que conformaron el circuito cultural retomaron su cotidianidad, las vías están abiertas al tránsito vehicular, se borró con la lluvia los trazos de tiza y carbón, quedando únicamente aquellas pinturas elaboradas con acrílicos.
Toda la algarabía que se vivió durante once días deja en los organizadores una sensación del deber cumplido, así lo destaca Santiago Carpio, director del festival off de artes vivas.
Para el director ver la ciudad decorada, colorida, con presencia de máscaras, galerías de fotos y sobre todo el empoderamiento ciudadano sobre el festival dice llenarlo de alegría porque el esfuerzo de meses de preparación valió la pena.
"Estamos creciendo con el festival y por eso hay que crecer en organización, como artistas locales prepararnos para la próxima edición con proyectos diferentes que estén al nivel de una cuarta edición", sostiene Carpio.
Por ahora están en la tarea de devolver los materiales que les prestaron, haciendo inventarios de las cosas adquiridas y guardándolas con cuidado en una bodega. Todo el equipo de producción tomará un descanso a fin de volver a crear para el siguiente año.