Con aplausos y nostalgia de la ciudadanía lojana fue recibido el féretro del alcalde de Loja, Jorge Bailón, al arribar al Municipio de Loja, en donde se levantó una capilla ardiente en el salón del Cabildo y se le rindió un homenaje póstumo.
Los restos mortales de la primera autoridad del cantón fueron trasladados hasta el Ayuntamiento local con una caminata en la que acompañaron familiares, amigos, colaboradores cercanos y ciudadanía en general que lamenta la partida del burgomaestre. A su llegada lo recibieron las autoridades de la ciudad y provincia.
Patricio Lozano, concejal del cantón, en representación del Concejo Cantonal, emitió su mensaje de pesar a la esposa del alcalde y presidenta del Casmul, Cecilia Moscoso, a sus hijos, nietos y más familiares.
En su intervención dio a conocer que el Concejo Cantonal de Loja resolvió declarar tres días de luto a nivel cantonal y suspender eventos culturales en los que tenga intervención directa el Municipio de Loja.
“Compañero alcalde, Loja lo recordará por sus decisiones políticas, por el proyecto Regenerar y los programas de vivienda social”, expresó el concejal Lozano.
A estas palabras se sumó Efraín Muñoz, coordinador general, quien expresó que el legado que deja “debe servir de ejemplo, a seguir luchando y velar por los intereses de los sectores más necesitados. Lo recordaremos por su don de gente”.
Autoridades civiles, militares, policiales, asambleístas, alcaldes de la provincia asistieron a darle el último adiós al burgomaestre lojano, así como ciudadanos de diferentes sectores sociales que recibieron su amistad.
Diego Esparza, asambleísta de la provincia de Zamora Chinchipe, mencionó que conoció al alcalde hace mucho tiempo y resaltó que se queda con lo mejor de él, “su bondad, generosidad y mística de trabajo hicieron que se lo conozca en todos los rincones, será recordado por ser un hombre solidario y humanista”.
Cecilia Moscoso, esposa del alcalde y presidenta del Casmul, agradeció a Loja por haberle dado la oportunidad de demostrar su trabajo, constancia y honestidad. “Gracias Loja, creo que la misión está cumplida, nos quedamos con muchas enseñanzas de rectitud, lealtad y amor”.
La bendición de los restos mortales estuvo a cargo de monseñor Walter Heras, obispo de la Diócesis de Loja.
La capilla ardiente estuvo hasta las 16:00 y desde este lugar, que fue el sitio de trabajo de Jorge Bailón Abad, fue trasladado al campo santo Jardines de Zamora.