Un trabajo tripartito entre las maestras, padres de familia y alumnos se realiza en las ocho unidades educativas municipales. Hace dos años se implementaron los ecoclubes ecológicos que les permite cultivar pequeñas parcelas de tierra en cada uno de los establecimientos.
Con el apoyo de los padres de familia han preparado los espacios acordes para la plantación de hortalizas y producción de ciclo corto, explica Yolanda Cobos, maestra responsable de esta actividad en la Unidad Educativa Héroes del Cenepa. Añade que el trabajo práctico es muy provechoso, porque los menores identifican el terreno, las semillas, siembran, cuidan las plantas y cosechan.
María Riofrío, estudiante de séptimo año de educación básica de la escuela Héroes del Cenepa, espera con agrado la llegada de los martes y jueves, porque dedican una hora a cuidar el huerto “me encanta cultivar y preparar la tierra, aprendo y me divierto mucho”. Criterio parecido tiene su compañero Sebastián Rey, él está fascinado con esta actividad porque le permite estar en contacto con la naturaleza y con sus amigos. Sostiene que la producción de su parcela lleva a su casa y comparte con su familia.
Esta tarea es acompañada por los técnicos de la Gerencia Municipal de Gestión Ambiental, quienes capacitan a las maestras en los mecanismos de cultivos, proporcionan las semilla y les enseñan a elaborar abonos e insecticidas naturales, explica Karla Minga, funcionaria municipal.
Destaca que la capacitación también es impartida a los alumnos para que conozcan la importancia de cultivar sin químicos y alimentarse con verduras. “Nos llena de alegría saber que los niños han aprendido a comer lo que siembran, zanahorias, remolachas y otras”, menciona la técnica municipal.