Veinte carritos tipo kiosco fueron presentados al público, los cuales son utilizados por los vendedores de confites y emplasticadores de documentos que se ubican en determinados sitios del centro de la ciudad.
Olga Vidal, que tiene su puesto de caramelos desde hace tres años en la calle José Antonio Eguiguren, frente a la Corte de Justicia, anteriormente laboró 23 años con este mismo negocio dentro de la Corte, pero por adecuaciones del edificio salió y se ubicó al frente de la institución con una pequeña caja para hacer sus ventas.
Ella dice que le pareció bien la idea del municipio de mejorar la presentación de su negocio y por eso aceptó enseguida el cambio que se presentó desde el ayuntamiento. “Nuestros clientes nos felicitan y están contentos con la nueva imagen que presentamos ya que ahora portamos no solo el kiosco móvil sino también un uniforme”, comenta Olga Vidal.
La idea del gobierno seccional es mejorar las condiciones de trabajo de las personas que hacen esta actividad y que su labor se acople a la de ofrecer un servicio de calidad. Ximena Aguirre, gerente de Inclusión Económica, expresa que estas personas son la imagen de la ciudad frente a los turistas, pues con ellos mantiene contacto directo e incluso se acercan a preguntar sobre situaciones de específicas que desean conocer”.
Frente a esta realidad la Gerencia de Inclusión Económica prepara una capacitación que les permita dar información general de la ciudad, buen trato y atención al cliente, sobre todo ahora que se avecinan las fiestas en Loja.
Conseguir esta nueva alternativa posibilitó un trabajo conjunto entre municipio y los comerciantes, pues ellos invirtieron en el kiosco y el municipio en cambio facilita los permisos de trabajo en estos sitios, con ello se da un espacio autorizado por la institución.
El fortalecimiento de la parte organizacional se consiguió gracias a que se agruparon en una asociación que la denominaron “8 de Septiembre” y que la conforman 20 personas, de las cuales hay 17 mujeres y tres hombres.