Al año cada persona genera 200 fundas plásticas. 200 toneladas ingresan al Centro de Residuos Sólidos.
En el comercio, para todo producto, se entrega una funda, sin un manejo responsable. Ese producto es el mayor contaminante del medio ambiente, incluso se habla que su proceso de descomposición es superior a 150 años.
Estadísticas
De acuerdo a información levantada por la Dirección de Higiene, cada ciudadano, al año, genera 200 fundas, cuyo peso promedio es 5 gramos. Esa cifra calculada por el número de habitantes (200.000), indica que alrededor de 40 millones de fundas se utilizan al año; y, traduciendo a toneladas nos da, aproximadamente, 200 toneladas que ingresan al Centro de Manejo Integral de Residuos Sólidos.
Carlos Espinoza, director de Higiene, dice que preocupa el uso indiscriminado de fundas en la ciudad; y, a la vez son un problema porque los plásticos arrojados, de forma irresponsable, a las fuentes de agua y ríos, contribuyen a la contaminación del agua, suelo y área paisajística.
Proyecto
El Municipio de Loja lidera un proyecto enfocado a reducir el uso de las fundas de polietileno y lo presentó al Cabildo y fue aprobada en primer debate.
Darío Jaramillo manifiesta que la Ordenanza planteada fomenta buenas prácticas ambientales que permiten reducir el índice. El primer capítulo estable la utilización de bolsos reutilizables y manejo responsable de fundas plásticas biodegradables. Recuerda que el cantón Loja está dentro del programa Huellas de ciudades que promueve la CAF y que obtiene indicadores en distintos ámbitos. “El objetivo de esta Ordenanza es que, una vez que tengamos esos indicadores, se puedan incluir otras normativas”, reitera el Edil.
Fomento
Cabe señalar que el uso de fundas tiene tres momentos: el primario, utilización que no puede ser reemplazada, ejemplo: comino, ajinomoto; funda secundaria, indispensable para comprar productos por libras: quesillo, carne, arroz; y, las más grandes o tipo camiseta que precisamente son las que generan mayor conflicto.
En los tres casos la normativa propone emplear fundas biodegradables cuya descomposición promedio es de seis meses. Hace un énfasis en el tercer momento (funda grande), para que sea cobrada a fin de disminuir su uso y se emplee los canastos, talegas, alforjas, fundas de telas y demás materiales de almacenamiento.
Adicional, en cada funda biodegrable se imprimirá frases positivas para no contaminar el medio ambiente. Esta Ordenanza fue aprobada con nueve votos en la sesión del Cabildo del 22 de diciembre de 2016.
Control
Para la emisión de los permisos de funcionamiento, la Dirección de Higiene, a través de la Jefatura de Salud Municipal, verificará que los comercios tengan, en su inventario, fundas biodegradables y vendan los bolsos alternativos, resalta Carlos Espinoza.
A decir del concejal Darío Jaramillo se deberá establecer sanciones para quienes no cumplan no norma, como también reconocimientos para las empresas comerciales que generen, con sus campañas, mayor impacto a la ciudadanía.