El acto cívico dominical conmemoró varias fechas, entre ellas: el día de la lucha contra el Parkinson, cantonización de Tulcán, fundación de Cuenca, nacimiento de Juan Montalvo, día de las Américas, día mundial del arte, parroquialización de Taquil, cantonización de Azogues y el primer aniversario del terremoto de la zona costera del Ecuador.
Para dar inicio con el programa cívico hubo el ingreso del estandarte nacional, izada de las banderas y conferencias alusivas a las fechas más representativas de la ocasión.
En primer lugar intervino Rodrigo Patiño, presidente de la Junta Parroquial de Taquil, en alusión a los 106 años de vida política de la parroquia. La autoridad hizo una reseña histórica de la creación del lugar, origen del nombre y las personas que intervinieron en conseguir su emancipación política.
Aquí la gente se dedica a la agricultura, ganadería y elaboración de cerámica en arcilla, siendo los sectores más conocidos Cera y Cachipamba. Esta parroquia tiene una extensión de 180km2 rodeada de pequeñas cordilleras y lomas que denotan un relieve irregular.
Acto seguido el coordinador de educación de la zona 7, Andrés Ontaneda, hizo referencia al día del maestro con elogios en los que señaló que educar es una vocación sagrada que tiene todos los docentes y hacen un apostolado para buscar el desarrollo de talentos y abrir horizontes, por eso en esta fecha "hay que honrar a hombres y mujeres que impartes sus conocimientos".
En la parte final Fabrizio Riofrío, director de la subsecretaria de Gestión de Riesgos en la zona 7, se refirió al terremoto que hace un año azotó la zona costera de Ecuador, siendo la provincia más afectada Manabí y adonde se concentró todos los esfuerzos apara ayudar a superar este impase.
Habló de los efectos en la población y en los bienes que con gran voluntad de su gente han logrado superar en parte lo sucedido el 16 de abril de 2016.
De su parte José Bolívar Castillo, alcalde de Loja, indicó que gracias a la estructura del estado en un año se ha puesto a funcionar todos los servicios públicos en los sectores afectados. Las catástrofes permiten hacer las cosas mejor y no repetir lo de siempre, argumenta el burgomaestre.
El año pasado el municipio convocó a la gente a ser solidarios con los compatriotas de Manabí, obteniendo una respuesta favorable y grandes cantidades de apoyo en alimentación, vestimenta y otros aporte que fueron llevados a estos sectores.
En esta ocasión nuevamente los lojanos han sido solidarios con los hermanos peruanos que sufren los efectos del Fenómeno del Niño Costero, por eso esta semana irá una delegación del municipio a entregar todos los aportes que el pueblo de Loja hizo para la gente del Perú.