La Ordenanza Municipal es clara. En el artículo 7 y 8, literal a se prohíbe terminantemente el consumo de alcohol en los espacios públicos. Por tal razón, aquella persona que infrinja deberá cumplir trabajo comunitario o pagar multas económicas. Los controles se intensifican.
Aun es común, observar a adolescentes, jóvenes y adultos, por ejemplo, en áreas de atracción turística o cualquier espacio público en general ingiriendo alcohol, sobre todo los fines de semana.
Manuel Marín, en el artículo 13 de la Ordenanza Municipal reza que las personas que sean sorprendidas cumpliendo esta actividad serán sancionadas con la pena de trabajo comunitario. En el caso de que los infractores que no residan en la ciudad y estén de paso, deben pagar una multa pecuniaria del 25% de un salario básico de un trabajador.
Los operativos son constantes en la ciudad. Policía Municipal de Tránsito recorre espacios periféricos y de concentración nocturna para evitar esta práctica restringida en el área pública.