Al norte de la ciudad se encuentra el Centro Municipal San Juan Bosco regentado por el Patronato de Amparo Social. Este lugar se convierte en lecho para 120 niños de los cuales la mitad asisten al centro y el resto reciben atención en sus domicilios.
Proyecto
Vilma Carrillo, coordinadora del Centro, dice que en este año se trabaja con el proyecto de erradicación del trabajo infantil que está encaminado a la prevención y restitución de los derechos como la educación en los niños, niñas y adolescentes.
En la institución se brinda servicio de alimentación, apoyo pedagógico y psicológico, se inculcan valores, se hacen juegos lúdicos y recreativos para que el infante se sienta bien plenamente.
Cooperación
En el proyecto el Patronato trabaja a diario para tener buenos logros. Se realiza coordinación con el Ministerio de Trabajo, de Educación, de Salud, MIES y la Junta Cantonal. A decir de Carrillo se redoblan los esfuerzos debido a que el trabajo infantil se debe a la falta de conocimiento de los padres y porque hay patrones culturales difíciles de erradicarlos.
Los niños que asisten al centro son hijos de padres que se encuentran trabajando en reciclaje, comerciantes, o hijos de albañiles e incluso donde los pequeños también laboraban.
Proceso
El personal del centro San Juan Bosco realiza una intervención integral que empieza con la familia de los infantes, a través de campañas de sensibilización y visitas sociales con miras a lograr que no exista reincidencia de infantes laborando.
Resultados
En el 2017 se obtuvo buenos resultados, logrando una reducción del 42% del trabajo infantil. Para este año la meta es reducir más la cifra.
“Los padres de familia piensan que haciéndolos trabajar a los niños está bien y en muchos de los casos les prohíben estudiar. Es allí donde actuamos nosotros, incluyéndolos a la educación y sensibilizamos a los progenitores”, recalca la funcionaria.
