Atendiendo una invitación del padre Manuel Ponte, la noche del martes 29 de mayo, el alcalde José Bolívar Castillo asistió a una reunión en el centro de acogimiento Juan Pablo Segundo, que semanas atrás fue clausurado.
La reunión tenía como propósito dialogar con las autoridades competentes como Dinapen, delegados de ACSSES del Ministerio de Salud, Alcaldía de Loja sobre el centro de acogimiento y las necesidades que tienen a fin de reabrir el lugar para ofrecer el servicio a las personas desprotegidas.
El sacerdote Manuel Ponte, responsable del centro, indicó que invitaron al Gobernador e Intendente a este diálogo pero no recibieron respuesta, por ello solicitó a las autoridades presentes su contribución para trabajar bajo los lineamientos legales y continuar con su labor.
"Este lugar no es un centro de rehabilitación sino una casa de acogida para las personas excluidas de sus hogares y de la sociedad por haber caído en drogas o alcohol", precisó Jazmín Castillo, beneficiaria.
El religioso señaló que tiene aprobados los estatutos por parte del MIES y por ello su labor la encaminó a atender y acompañar a niños, jóvenes y adultos que han caído en vicios. Reiteró su pedido de apoyo a fin de contar con profesionales calificados en todas las áreas, así como asistencia médica y un techo, ya que varios de los beneficiarios han regresado al centro porque no tienen un lugar donde pernoctar.
Para Richard Sánchez, miembro de la comunidad Doble A, "la gente no tiene conocimiento de la obra que hace el padre Manuel, antes de clausurar debieron hacer un diagnóstico de la gente que estuvo aquí. Algunos han regresado voluntariamente al centro", precisó.
Por su parte el alcalde de Loja, José Bolívar Castillo, señaló que en este tema se mezcló la política, que ha ocasionado un grave perjuicio a quienes tenían un lugar donde descansar.
Ofreció todo el apoyo posible desde la municipalidad, incluso enviará un policía municipal para que capacite en seguridad a quienes laboral allí.