A diario se observa cómo los comerciantes informales se adueñan del espacio público para realizar sus ventas, haciendo una competencia desleal a los adjudicatarios que expenden dentro del mercado Gran Colombia cumpliendo las normas de higiene y su aporte por el arriendo de locales, a ello se suma, la obstrucción del paso al peatón.
Operativo
La mañana del 22 de septiembre, la Policía Municipal, realizó un operativo de control para recuperar el espacio en las inmediaciones del mercado Gran Colombia. La actividad se cumplió con el respaldo de la Policía Nacional a fin de evitar que los uniformados municipales sean agredidos por los comerciantes que fueron retirados.
El subcomandante de la Policía Municipal, Juan Pablo Guerrero, detalla que la intensión es garantizar el espacio público para la gente que ingresa al centro de abastos.
Agresión
Para limitar el acceso de los comerciantes informales se utilizaron mallas, “la Policía Nacional evidenció que el personal desalojado tenía palos y piedras que utilizó para agredir a nuestros elementos, sin embargo, los efectivos municipales no cayeron en la provocación y con respeto solicitaron que se retiren del espacio sitiado por ellos”, recalca el Subcomandante de la Policía Municipal.
Criterios
José Morocho, adjudicatario, cuenta que la gente que hace el comercio informal es la misma del mercado, incluso hay casos que es contratada por los adjudicatarios y les pagan 4, 5 y hasta 8 dólares el día, dependiendo la venta que realicen.
Esta acción a decir de Morocho los afecta directamente porque las ventas se reducen a tal punto que ellos adquieren 100 pacas para abastecerse al mes, mientras que los informales venden hasta 400 pacas en la semana.
“La gente que viene de las parroquias noroccidentales no se afectan porque ellos tienen un lugar donde ubicarse”, finaliza Morocho.
